el capitulo del bocadillo de bonito con tomate

llegados a tercero de eso, yo no es que fuera para nada popular dentro de la clase, pero ese año llegaron varias personas que me amargaron la vida. cuatro de ellos, nuevos a clase. sufrí acoso escolar, como mucha gente.

de los que llegaron nuevos, uno me cogió tirria nada más conocerme. para él, yo era el nerd y el capullo a quién masacrar. y vaya si lo consiguió.

me puso motes. se rió de mí hiciera lo que hiciera. cuando decían mi nombre en clase, lo comparaba con personajes ridículos del cine. decía de mí de todo. y la clase se reía de ello. para mí, el día que ese no iba a clase, era un día bueno.

en nuestro colegio nos daban de tomar a media mañana algún bocadillo generalmente, pequeño. pues bien, cada martes era de bonito con tomate.

un día, este no había venido, y por lo tanto estaba siendo un buen día. al menos solo se metían conmigo en clase otros dos. para mí, eso era un buen día, imagináos...

pues bien, a la hora del bocadillo llegó ese energúmeno. entonces empecé a temblar por dentro, me agarré a la silla y me senté, esperando que pasara rápido el tiempo del recreo para que empezara la clase. desafortunadamente, ese día algo iba a pasar mal. y pasó.

este tío llamó la atención de toda la clase. mordisqueó el bocadillo, lo masticó un rato, y después me lo escupió a la cara. la clase no paró de reirse de mí.

como no podía hacer frente a este tío porque era más alto y más fuerte que yo, me fui directo al tutor. el cual cogió y cuando me vió, me dijo que tenía que lavarme la cara y quitarme esto antes de hablar con él. me fui al baño, y lloré lo que restaba de recreo.

al volver todos siguieron riéndose. al menos solo ocurrió una vez.

y lo peor... al tío lo sigo viendo todavía por la calle.